03 octubre 2005

La primera en la frente

Todos los años lo mismo. Como es mi costumbre, he acudido a la primera clase del curso para hacer la tradicional presentación, que yo siempre he pensado que es como una peya con mala conciencia: los alumnos están más que hartos de conocerme, ya sea por oídas o por suspendidas.

Como todos los años les he vuelto a decir que no entiendo para qué unos economistas necesitan saber de este tema, ya que esto es cosa de psicólogos. Esto solía darme pié y cobertura moral para encargarles un trabajo sobre un libro y tenerlos quitados de en medio para todo el curso. Pero este año un enteradillo me ha espetado algo tal que así: "¿Acaso no es usted economista?"

Me han dado ganas de hostiarle por anarquista. Si es que no hay respeto. Eso si, me he quedado con su cara y cuando me de la ficha le haré la marca del zorro. Ese está ya suspenso por mucho que estudie. Que no ha nacido nadie aún que se pueda chotear de Macareno.

¡Jesús, que cruz, Mari Luz!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿?