30 octubre 2005

Construyendo el futuro

Teoría del globo de aire caliente

Un globo de aire caliente tiende a subir. Bien, yo soy el globo, pero para calentar el aire necesito combustible, y ese combustible son los chismes que de cada uno me cuenten los demás. Hoy he comenzado mi labor. Inicialmente he ido usando una libretilla, pero al cabo de dos entrevistas no me ha quedado más remedio que plegarme a la evidencia: con la libretilla no voy a ganar para lápices y papel. Consecuentemente he decidido cargar al presupuesto del departamento una grabadora de voz la mar de moderna y pequeña. La he llevado durante horas en el bolsillo de la chaqueta y nadie se ha dado cuenta.
Con ella ha sido mucho más fácil trasponer los datos a la base que me ha construido el becario. Por cierto que el muy subnormal me ha dicho que, moralmente, no puede ayudarme a introducir los datos de la gente, que cree que esa información podría ser usada de mala manera y que dimite. Peor para él, no he tardado ni dos horas en encontrar a un sustituto, uno que del que me hablan nada más que regular pues dicen que es un poco pelota. No saben que estos son los mejores para este tipo de trabajo: no ha pestañeado; e incluso, por su cuenta, ha metido información sobre los presidentes de las asociaciones de estudiantes.
Si este chico es capaz de acabar la carrera, le auguro un precioso futuro en esta Universidad, siempre que vaya de mi mano, claro.

Mari Luz, que cruz.

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