14 noviembre 2005

Quiero ser una Tv Star

Y verme en panorámica

Me lo temía. Sabía que iba a jugar con fuego. Ha sido una entrevista complicada, tanto que me he tomado el día de hoy libre para reflexionar. He echado del despacho al becario pelota con la excusa de que se mueva por el campus para obtener información basada en los alumnos y he cerrado la puerta con llave; total, nadie va a echar de menos al inspector de servicio.
Todo empezó bien, si acaso habría que añadir que me encontraba un tanto nervioso, pero no demasiado. La primera parte de la entrevista se movió en el terreno de las que ya había contestado por la mañana, así que todo estaba en el guión. No obstante, el cámara no paraba de reírse, lo cual contribuía a ponerme más nervioso. Y yo, cuando me pongo nervioso, me da por sudar. Y sudo mucho. Así llegamos al primer intermedio. El cámara risueño me pasó una caja de pañuelos de papel para que me secara. Los focos del estudio me producían un terrible calor, lo cual contribuía al sudor y a ponerme aún más intranquilo.
En estas comenzó la segunda parte del programa y, con ella, mi calvario mediático. El tío cabrón, tras recapitular todo lo que habíamos hablado con anterioridad, me sometió a un tercer grado. Espero no dejarme nada:
Vínculo
Hijo de puta entrevistador: ¿Don Macareno, es cierto que usted, en la celebración del 200 aniversario de la universidad, intentó abusar sexualmente de la señora Consejera de Ciencia y Urbanidad?
Macareno: Eso no fue exactamente así. En realidad fue un accidente.
HPE: Ya, pero ¿no iba usted ligeramente achispado, por no decir completamente borracho?
M: Hombre, borracho no iba, sólo un poco contento. Y no intenté abusar de ella. Se me cayó el birrete.
HPE: ¿Qué birrete?
M: Cual va a ser, el del traje académico.
HPE: ¿Y no se puso usted ese traje para poder echar el birrete sobre el escote de la consejera?
M: ¿A quién se le ha ocurrido esa estupidez?
HPE: A nadie, D. Macareno. Y si no, juzguen ustedes mismos ...

Pusieron unas imágenes en las que se me veía saludar y luego intentar recoger el birrete. Pero a una velocidad distinta a la real, mucho más acelerada, con lo que la situación resultaba enormemente cómica. Los sudores se habían convertido en las Cataratas del Niágara. Y las manchas de los sobacos comenzaron a juntarse a la altura del pecho.

HPE: ¿Sigue manteniendo sus afirmaciones?
M: No sólo las mantengo, sino que en cuanto salga de aquí iré al juzgado de guardia a ponerle una demanda. Ustedes han modificado la velocidad de la grabación adrede.
HPE: Bueno, si usted lo dice. Pero, ¿no es cierto que usted lleva dos años sin apenas dar una clase? ¿Y que sus alumnos se quejan sistemáticamente de su forma de impartir las clases y calificarles?
M: Mire usted, yo he venido a hablar del Unimatrix y del H24. Pero, con todo y con ello, le diré que doy las clases que me corresponden por ley, descontando las compensaciones por cargos diversos y en cuanto a los alumnos, el problema es que yo exijo mucho y ellos no están acostumbrados a mi método de trabajo. Método que incide en su capacidad para generar sinergias entre ellos y en la búsqueda del conocimiento mediante la ampliación de los horizontes de sus mentes con un profundo trabajo de biblioteca. ¿Cree usted que el equipo de gobierno de la universidad habría puesto a la zorra a vigilar el corral? Si yo fuera como usted insinúa, el rector habría demostrado mucha irresponsabilidad.
HPE: Ya, pero se comenta que usted utiliza métodos, digamos, mafiosos para el logro de sus objetivos y...
M: No siga por ahí, o tendríamos que explicar cómo es posible que su televisión siga emitiendo sin haber pagado los seguros sociales de los trabajadores en dos años, o que le hayan encargado desde el ayuntamiento una serie de documentales que obviamente no podrá hacer o que...
HPE: Bueno, bueno. Dejémoslo por hoy. Ha sido un placer tenerle con nosotros, D. Macareno. Y disculpe si ha creído que le ofendíamos. Fue sin intención.

Salí de allí echando leches. Eso sí, logré dos objetivos: desde ahora participaré en la tertulia una vez al mes. Y el segundo: cuando dije lo de los seguros sociales, el cámara dejó de reir.

Si es que Mari Luz, lo de la televisión es una cruz.

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